Seguimiento ♥

domingo, 28 de febrero de 2010

Siempre me enamoro de la persona equivocada.
Del que en el primer beso ya se está despidiendo.
Del que mira otros ojos y sólo a veces desvía un poco la mirada y me ve.
Me enamoro de las aves pasajeras, de las hojas que sólo siguen el curso del viento.
Suelo enamorarme también del árbol más grande, del que está justo en el centro de la selva.
Del que me pide una razón para verme, aunque los dos sepamos que ese encuentro nunca va a llegar.
Me enamoro de los motivos que encuentro para enamorarme.
Me enamoro de un tatuaje pintado en el pecho.
Me enamoro de los sueños y de las ideas...
A veces parece que lo hice bien, que esta vez hice una buena elección, pero no pasa mucho tiempo sin que vuelva a darme de cuenta que no, que otra vez era la persona equivocada.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Y aunque sé que puedo estar sin vos...
¿cómo hacer que quiera estar sin vos? ♥

lunes, 15 de febrero de 2010

"Odio como me hablas y también tu aspecto.
No soporto que lleves mi coche ni que me mires así.
Aborrezco esas botas que llevas y que leas mi pensamiento.
Me repugna tanto lo que siento que hasta me salen las rimas.
Odio que me mientas y que tengas razón, odio que alegres mi corazón, pero aún más que me hagas llorar.
Odio no tenerte cerca y que no me hayas llamado.
Pero sobre todo odio no p
oder odiarte porque no te odio ni siquiera un poco, nada en absoluto."
- 10 cosas que odio de tí -

sábado, 13 de febrero de 2010

Hace algunos años, a febrero se le agregó algo más, algo que poco tiene que ver con las vacaciones: un festejo. Sí, uno que hizo que tomara otro rumbo, otra dimensión, otra importancia: el Día de San Valentín. ¡Bueh!, lo que nos faltaba. Según encontré en Internet, hay varias teorías, nada nuestras, por cierto. Algunos dicen que es por el apareamiento de pájaros en los países nórdicos (festejar que alguien, aunque sea un pájaro, se aparee en estos tiempos duros que corren, no estraría mal, pero no me es suficiente); otros, en honor a la prohibición del casamiento de los soldados en la Antigua Roma, y así miles. Pero el punto es: ¿qué hacemos el 14 de febrero, Día de los Enamorados, o de Cupido, o de San Valentín, para soportar tanta dulzura, para esquivar decenas de corazones colorados sobrevolando la cuidad? Si estás con pareja estable y segura, con amor consolidado, dale para adelante con los bombones, los ositos de peluche, las tarjetas, los mensajitos de texto y todas la formas de incomunicación posible. Ahora bien, si recién empezás a salir con alguien, ¿qué haces? ¿Le regalás algo o quedás como una insoportable, tratando de casar al primero que se te cruce, o peor, si él te cae con un oso de peluche inmenso impregnado de su perfume y vos justo habías decidido cortarle la cara y te olvidaste de que era San Valentín? ¿Y si estás súper enamorada de tu pareja y él no te regala nada, es motivo suficiente para pegarle una patada en donde no le da el sol? O lo que es peor, ¿qué pasa si recién comienza la relación y vos le regalás un corazón divino lleno de bombones y él sale corriendo al grito de “esta mina está loca”? Realmente, San Valentín me pone un poco tensa, una no sabe cómo manejarse, si regalás, si no regalás, si lo pasás por alto. Es todo un tema. Yo detesto el exceso de “los días de”. Me siento como en la obligación de sentir cosas que no sé si tengo ganas. Sí, el amor es hermoso, maravilloso, hace bien al alma y todas esas cosas. Pero ¿es necesario festejarlo obligatoriamente una vez por año? Aunque una quiera evitarlo, el 14 de febrero aparece por todos lados, en la publicidad, en mails de tarjetas electrónicas que te llegan veinte días antes, haciéndote acordar que se aproxima San Valentín, los puestos de flores se llenan de rosas rojas (el color de la pasión), y esas cosas que realmente la desestabilizan a una si no está enamorada. ¡Por Dios! Ese bendito día, para lo único que sirve, es para darte cuenta de que estás sola. Ves parejas besándose por todos lados, pasacalles con declaraciones de amor en las esquinas, ofertas de dos por uno y promociones especiales en restaurantes. Es una pesadilla. Es como cuando tenés un atraso y ves embarazadas en todos los rincones. ¡Síiiiiiii!!, en San Valentín, si estás sola, seguramente es el día en el que más parejas felices ves por las calles, y eso, a mi gusto, es una injusticia total. Por eso, y con perdón al respeto que me merecen, les digo: “NO A SAN VALENTIN”. No a cualquier festejo impuesto que venga de afuera, basta de corazones por toda la cuidad, de besos marcados en la paredes, de chocolates con forma de corazón, de almohadones con forma de corazón, de peluches con corazones de peluche, de biromes en forma de corazón, de remeras que dicen “I love you”. ¡BASTAAAAA! Porque después de todo, para mi el Día de los Enamorados son los 365 dias del año, si es que lo estas. Y a pesar de todo, feliz "DIA" a los que realmente lo sienten, no como yo pero hoy me voy de joda con mis amigas, ¡nada de amargarme!. (Y pensar que el año pasado pasaba este día con quien sería ahora mi EX, ¡como cambian las cosas!)

Pensándolo bien, si alguien me hace un regalo como ese peluche en este día tan comercial, por ahí empieze a gustarme el dia de los enamorados eh...

jueves, 11 de febrero de 2010

"No, no. Decime que no, ¡otra vez no!". Nos habíamos prometido, jurado y perjurado ante todos los cielos que no iría otra vez con él. Pero lo hizo de nuevo. Es más fuerte que ella, no puede resistirse. Sé que lo intenta, no sé hasta dónde, pero no hay caso. No puede. Sí, sí, se fue tambaleado del boliche, con las medias negras corridas, el rímel desparramado por sus mejillas, el vestido desordenado (no tanto como su cabellera), saludando con los brazos en alto y revoleando la cartera cual quiencianiera. Es ella, mi amiga, la incorregible. Por más que lo intenté, no pude. Pensé que había quedado claro en la charla antes de ir al boliche, cuando acordamos que no se iría con el idiota de su ex. Ese que sólo la busca cuando no le queda otra y la noche ya no da más que para irse a dormir. Pensé que el sermón que le habíamos dado con mis otras cuatro amigas le había entrado en esa cabecita loca. Esa cabecita que dice a todo que sí cuando en realidad piensa "no". Creíamos -pobres de nosotras- que ésta vez la encarrilábamos, que no se emborracharía y tiraría meses de terapia por la borda. Pero sí. Lo hizo. Como aquella vez que le pedí que me hiciera la gamba y me acompañara al boliche para ver si estaba mi ex y me juro y me perjuro que se quedaría toda la noche conmigo, haciéndome el aguante. Y ahí estaba yo, una vez más sola, viendo cómo se parloteaba al barman. Claro, que al principio pensé que era una estrategia para conseguir tragos gratis, que no me dejaría solaaaaaaaaaaa, viendo como mi ex era feliz con otra. Pero nooo, cuando quise acordarme ahí estaba ella muy entretenida en un rincón. La misma que dice las cosas más incorrectas en el momento más inoportuno. La que se hace amiga de los djs y se queda con ellos eligiendo música, la que se chamuya hasta los que trabajan en Mc'Donalds. La que se pone esa pollerita que se le ve hasta el alma para salir a bailar. La que se sube a la barra y baila como un gato en celo, la que te quiere hacer gancho con el chico que te gusta y no sabés en que momento sucede y te termina regalando ante el pibe cual degustación de supermercado.
Ella, la que se tienta en los velorios y se ríe a carcajada como si estuviera viendo el mejor show de Corona, la que cuando se hace un silencio se queda hablando sola
y a los gritos cual Chavo del Ocho. LA QUE HABLA Y SE CONTESTA SOLA!. La que no se cansa de meter la pata, pareciera que en la vida tuviera la misión de decir las cosas cuando no hay que hacerlo y te canta las verdades más crudas aún cuando no las querés escuchar, sin pelos en la lengua. La que no sabe decir no. La que se emborracha y vomita en el baño del boliche. Con la que nos contamos todo, todo. A veces, da tantos detalles que se me eriza la piel. Ella que me llama a las cinco de la mañana porque necesita contarme algo urgentísimo y no puede esperar hasta la mañana. Ésa, a quien le presté a escondidas mi hermoso vestido plateado para una fiesta y me la devolvió con un siete en la espalda. Mi amiga, LA INCORREGIBLE, a la que trato de enderezar hartándola de consejos, pero… ¡no hay con qué! A ella le encanta ser así.

Nunca un texto me describió tanto pero TANTO, definitivamente soy una incorregible, pero creo que todas llevamos una parte de ella adentro.

miércoles, 10 de febrero de 2010


Luces que te aman, GLAMOUR y una cama.
-W's Photo-

lunes, 8 de febrero de 2010

Si una vez yo pudiera llegar a erizar de frío tu piel, a quemar que se yo, tu boca y morirme allí después.
Y si entonces temblaras por mi, llorarás al verme sufrir, ay sin dudar tu vida entera dar como yo la doy por ti.
Si pudiera ser tu héroe. Si pudiera ser tu Dios que salvarte a ti mil veces puede ser mi salvación.
Si supieras la locura que llevo que me hiere y me mata por dentro, y que mas da mira que al final
lo que importa es que te quiero.
Si pudiera ser tu héroe. Si pudiera ser tu Dios que salvarte a ti mil veces puede ser mi salvación.
Déjame tocarte, quiero acariciarte una vez mas, mira que al final lo que importa es que te quiero.
Si pudiera ser tu héroe. Si pudiera ser tu Dios, que salvarte a ti mil veces puede ser mi salvación.
Quiero ser tu héroe, si pudiera ser tu Dios, porque salvarte a ti MIL VECES puede ser mi salvación
puede ser mi salvación
Quiero ser tu héroe...

(echa una pelotuda cantándola acostada sobre el escritorio con aires de nostalgia, creyéndome protagonista de un musical... a las 5 de la mañana llega un punto que ya no sabes que inventar)

miércoles, 3 de febrero de 2010

Importante: "No poner toda la motivación de mi vida en sólo una persona".
Pasó tanto y me olvidé de mi ex, otro ocupa su lugar ahora, pero las distancias siempre dificultan todo. Terminó lo que nunca empezó, pero terminó. Que un clavo saque a otro no es normal que funcione, y menos si resulta ser un amorío de verano, pero son los amores que mas se extrañan dicen y los mas lindos, yo creo que son lindos porque no convivis con ellos mas de eso, UN VERANO. En cuanto a lo del clavo elegí uno difícil, que no creo volver a ver por mucho tiempo. Una pena porque lo nuestro es CASI imposible, no es fácil asumir que hace una semana estábamos juntos divirtiéndonos, sin que nada nos importe, lejos de todo lo que NOS (me) hace mal, y ahora estoy en Argentina, lejos de vos, por un largo tiempo y ¿quién sabe si vuelva a verte no?. ¿Por qué no podemos volver el tiempo atrás y repetir la historia?. Estoy acostumbrada a vivir vida de novelas, pero esta novela terminó muy rápido.
- Dedicado a mi NO SOLO amor de verano (aunque allá seria Invierno), "porque lo bueno dura poco" -